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Uno de los tratamientos que mejores soluciones aporta en la restauración anatómica dental son las prótesis. Su incorporación supone una ventaja en la vida cotidiana del paciente al impactar directamente en su salud psicológica y general.

Las prótesis constituyen una alternativa artificial a la falta de piezas dentales, ante la necesidad de retirar aquellas que se encuentren en un avanzado estado de deterioro o en caso de problemas óseos. Fabricadas en diversos materiales según las necesidades, su similitud con las piezas dentales reales es excelente –y cada vez mejor- y pueden ser prótesis fijas o prótesis removibles. Hoy, desde EyD Prótesis, te contamos las principales características que las diferencian:

Prótesis fijas

La prótesis fija se coloca a través de implantes previamente integrados en el hueso, normalmente entre cuatro y ocho, sobre los que se atornilla la dentadura. De esa forma, los implantes ejercen de raíz natural de los dientes siendo la base del movimiento mandibular y responsables de la fuerza para masticar. También es posible tallar los dientes naturales para que cumplan la función de soporte a la prótesis fija.

A pesar de que representa una opción que permite al paciente recuperar la funcionalidad de su boca casi en su totalidad, no puede ser incorporada en todos los casos: el estado de huesos, dentadura y tejidos será factor determinante para su implantación, que requiere de intervención quirúrgica y un proceso postoperatorio de hasta doce semanas.

La principal ventaja es muy importante: el paciente consigue olvidar que tiene una prótesis implantada, permitiéndole hacer uso de su dentadura de forma normal como si se tratara de la suya propia.

Prótesis removibles

La prótesis removible, en cambio, no está integrada de manera fija en el hueso del paciente. Incorpora un sistema de sujeción por conectores de forma que puede retirarla y colocarla cuando y cuantas veces precise. La prótesis removible puede ser parcial, en caso de que el paciente mantenga alguna pieza dental que contribuya a la sujeción de la prótesis, o completa, la mejor opción para aquellos pacientes que ya no conservan ningún diente. Es lo que conocemos como dentaduras postizas.

Constituyen una opción más económica y pueden ser una forma de probar la incorporación de un tratamiento de prótesis en caso de estar planteando una prótesis fija.

No obstante, como desventaja, su uso implica también una necesidad de “descanso” por parte de los tejidos sobre los que reposa, por lo que debe ser retirada cada día para dormir y limpiada. Por esta razón, su uso impacta en la vida cotidiana del paciente, quien debe incorporar el hábito diario de cuidarla y retirarla. Asimismo, no permite recuperar la fuerza original de la mordida.

No obstante, ambas opciones aportan unos resultados excelentes tanto en apariencia como en funcionalidad y, con independencia de cual se escoja, ambos requieren de un proceso de adaptación en el inicio de su uso en el que molestias y dolores serán frecuentes hasta que el paciente se acostumbre.

Si crees que una prótesis puedes ser la solución al problema bucodental que sufres, consulta con tu especialista cuál es la más recomendable según las necesidades de tu caso concreto. ¡Esperamos haberte ayudado!