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Uno de los motivos más frecuentes de las visitas al dentista suele ser la necesidad de colocar un implante. A veces, la reconstrucción de piezas dentales no es posible y la extracción se hace imprescindible. En otros casos, ya se ha producido la pérdida de una o varias dentales. En cualquiera de estas situaciones, los implantes son la mejor solución a aplicar. Asegurarán la recuperación de la funcionalidad y salud de la zona de la boca afectada con garantía de eficacia y durabilidad. Y no solo eso, permitirá al paciente recuperar también la estética de su sonrisa.

Pero no cualquier implante vale para cualquier paciente. El estado de la afección en el paciente y la consecuente necesidad de tratamiento establecerán el tipo de implante que mejor se adapta a sus necesidades. ¿Qué es lo que determina las tipologías de implantes existentes? Influyen varios factores, pero uno de los principales es el material con el que son producidos, que dependerá del caso concreto a abordar.

En la actualidad se emplean, principalmente, dos tipos de materiales para la elaboración de implantes dentales: el circonio y el titanio. Ambos son biocompatibles pero, por su naturaleza, su integración no se realizará de la misma forma.

Implantes de circonio
Los implantes de circonio son de material cerámico. Su dureza es similar a la del metal, a pesar de que están libres del mismo en su composición. Su tono blanco es, además, muy similar al de las piezas dentales naturales, lo que les hace perfectos en aquellos casos –la mayoría- en los que prima la discreción. Se trata de una de las principales ventajas de este material frente al gris titanio. El circonio ayuda a prevenir, asimismo, la formación de placa bacteriana, la influencia de los ácidos y los problemas originados por alimentos y bebidas excesivamente fríos o calientes.

Implantes de titanio
Aunque siempre ha sido el material más utilizado para la producción de implantes, su color similar al del acero está haciendo que cada vez más pacientes de decanten por la opción del circonio. A pesar de ello, se trata de un metal de una ligereza, maleabilidad y dureza destacables. Además, su composición contribuye a asegurar un mínimo porcentaje de rechazo por el organismo del paciente.

En definitiva, si tuviésemos que resumir las principales diferencias entre ambos tipos de implantes, podríamos concluir que, si bien los implantes de titanio han sido tradicionalmente los más usados por su elevada resistencia a la corrosión y a la humedad, su ligereza, su dureza y su alto grado de biocompatibilidad; el circonio, además de poseer características similares, es un material cerámico. Esto contribuye no solo a una cuestión estética por su color, sino que favorece que el organismo lo acepte mucho mejor evitando posibles reacciones alérgicas como puede ocurrir con el metal.

En EYD Prótesis somos expertos en la producción de ambos tipos de implantes. Elaboramos nuestras piezas en coordinación con el especialista bucodental para lograr los mejores resultados en el caso concreto de cada paciente. Años de experiencia en el tratamiento de ambos materiales nos avalan. Si eres profesional de la salud bucodental y estás buscando laboratorio de implantes dentales, ¡EyD Prótesis es tu sitio!